Uno de los aspectos más importantes del póquer es pensar en cómo afectan tus acciones a los procesos de toma de decisiones de tu oponente. Un buen ejemplo de esto es equilibrar tu rango desde una posición temprana, y aquí quiero mostrar una situación que ilustra por qué este punto es verdad y cómo afecta a tus oponentes.
Imagina que estás sentado en una posición media con as jota de palos distintos. Vamos a tener en cuenta tres tipos distintos de jugadores que subirán bajo presión y veremos el efecto que tiene cada jugador en ti. El primer tipo de jugador es muy tight y agresivo. Este oponente juega muy pocas manos, siempre entra ganando y prácticamente nunca se le ve subiendo bajo presión sin una gran mano. Contra este tipo de jugador, es muy fácil: tírate, ya que as jota queda muy por detrás del rango de tu adversario.
El segundo tipo de jugador es un loco salvaje. Este jugador juega un elevado número de manos desde todas las posiciones y subir bajo presión pierde prácticamente su significado en términos de contarte lo fuerte que es su mano. Contra este tipo de jugador también lo tienes bastante fácil, sólo tienes que volver a subir e intentar aislar al loco con una mano que quede muy por encima de su amplio rango. Como sabes que probablemente tenga manos bastante débiles, acabarás en una buena posición, con una buena mano en un gran bote, lo que siempre significa un buen resultado.
El último tipo de jugador es un experto equilibrado. Este jugador sube bajo presión con suficiente frecuencia como para que sepas que no siempre tiene grandes manos, pero no demasiado para subir con faroles de modo obvio. Contra este tipo de jugador la cosa es mucho más difícil. Aunque as jota está por encima de la parte de su rango que es un farol, lo ganarían las manos que cuentan para la mayor parte de su rango (que son grandes manos en general). Entonces, qué, ¿vuelves a subir? ¿Te tiras? ¿Sólo igualas?
Forzar a tus oponentes a este confuso y variable proceso de toma de decisiones es lo que permite que los buenos jugadores puedan presionar sistemáticamente a los que tienen a su alrededor para que cometan errores. Equilibrar correctamente tu rango desde posiciones tempranas es un buen modo de hacerlo, y puedes crear situaciones en las que cualquier elección de tu adversario sea realmente difícil de juzgar, y esto les lleva normalmente a cometer errores, y de los errores es de donde se saca todo el dinero en el póquer...
fuente: betfair
