lunes, 10 de enero de 2011

7 PECADOS MORTALES DEL POKER

Por Aaron Hendrix

Luego de retornar de la World Series of Poker un par de años atrás, le hice una pregunta a mi nuevo amigo Eric Baldwin, conocido cómo Basebaldy (Eric ha recibido paga en numerosos eventos de la WSOP incluyendo un décimo y un décimo quinto puesto y es un reconocido profesional en Internet). Le pregunté cuál creía que era el mayor error que cometían los jugadores de poker. Su respuesta me sorprendió. “Yo diría que cerrar sus mentes no permitiéndose así mejorar su juego. Pesa tanto la suerte en el corto plazo que la gente suele engañarse culpando a la mala suerte de sus pérdidas, cuando la realidad es que el juego ha evolucionado a un punto en el cuál ya no les es más rentable”.

Su respuesta no fue la que espero cuando hablo de poker con otros jugadores. De todos modos, era la respuesta correcta. Todos cometen errores en el poker. Es lo que hacemos con ellos, cómo nos ajustamos, SÍ lo hacemos, lo que hace la diferencia entre ser un jugador ganador o uno perdedor. Éste artículo va a repasar a los 7 pecados mortales del poker… los 7 más grandes errores que los jugadores de poker intermedios y avanzados cometen. Estos son errores que se producen tanto en torneos, sit and go’s y mesas por dinero. Les mostraré de cuáles se tratan, cómo identificarlos y, al final, una manera rápida de descubrir cuáles estás cometiendo y cómo corregirlos. Con un poco de suerte para cuando termines de leer ésta nota, serás capaz de evitar que te sea entregada tú cabeza (si has visto “se7en” – pecados capitales – entenderás éste mal juego de palabras) la próxima vez que juegues poker.

Subir la apuesta con manos marginales en posiciones iniciales
A priori, éste parece ser un error propio de principiantes, pero una y otra vez veo jugadores experimentados subir la apuesta con manos marginales en posiciones iniciales. ¿Cuántas veces has recibido una mano cómo A-J o K-Q del mismo palo en la posición “under the gun” (siendo el primero en actuar) y te dijiste a ti mismo “por fin, la primera buena mano que recibo en una hora, tengo que jugarla” y abriste el juego apostando? No te mientas a ti mismo. Tú sabes que lo haces. Yo aún lo hago de vez en cuando. Entonces probablemente te estarás preguntando, ¿cuál es el problema exactamente?

Cuando debes actuar ocupando posiciones iniciales con una mano marginal, te enfrentas al dilema de cómo reaccionar ante tus oponentes. Si eres revirado estarás, en verdad, tirando por la borda las fichas que ya has sumado al bote. ¿Por qué? Porque tus oponentes saben que has subido la apuesta desde una posición inicial por lo que el rango de manos que te adjudican es, probablemente, bastante amplio. Sabiendo esto, han decido revirarte. Esto significa que no tienen miedo de lo que vayas a hacer. Ellos tienen una buena mano y van a jugarla. Tú mano ya no es buena y la suba de la apuesta que has realizado por un monto de tres a cuatro veces la ciega grande, se ha esfumado (otro gran error es pagar dichos revires, pero considero que la mayoría de los jugadores de intermedio a avanzado son capaces de descartarse ante un revire teniendo una mano marginal).

Entregar información sobre tú forma de jugar
Se que hay adeptos a variar el tamaño de la apuesta basado en la posición, la fortaleza de la mano y las tendencias del resto de los jugadores. Hazlo aleatoriamente, dicen esos expertos, para que no entregues ninguna información sobre la fortaleza de tú mano. El problema inherente con éste método es que la gente tiene una tendencia natural a caer en patrones. Seguramente tú piensas que subes la apuesta por valor de cuatro ciegas grandes el 80% de las veces, pero más que seguro que los haces el 95% del tiempo.

El error típico que se comete es apostar una determinada cantidad basándose en la fortaleza de la mano. Algunos jugadores apostarán fuerte con buenas manos buscando reducir los oponentes en juego, mientras que otros apostarán menos queriendo acumular la mayor cantidad de dinero en el bote que sea posible. Esto está bien si eres consistente. El problema es cuando empiezas a variar. Supongamos que eres el tipo de jugador al que le gusta apostar poco cuando tienes una buena mano pero que cuando sólo buscas robar el bote apuestas fuerte. Un jugador observador tomará nota de esto y hará dos cosas. Una, revirará tus grandes apuestas todo el tiempo porque sabrá que tendrás una mano débil. Dos, pagará seguido tus apuestas pequeñas ya que sabrá que hay un valor implícito debido que tú tendrás una mano fuerte.

No ajustarse al juego del oponente
Muchos jugadores de variados niveles de habilidad caen en la trampa de jugar sus manos sin buscar producir las situaciones beneficiosas que les están a disposición. La observación y el análisis de cómo juega tú oponente puede determinar que el valor de tus cartas sea irrelevante. Tomemos al error #2 cómo ejemplo. Si estás en una mesa y ves a alguien haciendo aquello, deberías ser capaz de sacar provecho de ésta situación.

Fallar en el reconocimiento de las tendencias de los jugadores puede también ser devastador para el tamaño de tú pila. Podrías perder fichas intentando un farol contra un calling station (quién paga casi siempre hasta el final), tratando de robar la ciega grande contra un jugador loose y agresivo o apostando con tres cartas del mismo palo en la mesa contra un jugador al que le encanta tirarse a color. Al mismo tiempo, podrías estar perdiendo fichas al no reconocer las oportunidades presentes debido a las tendencias de juego de tus oponentes. Por ejemplo: no subir la apuesta contra la ciega grande de un jugador súper tight o no hacer una value bet contra un calling station teniendo el par más alto pero con un kicker débil. Ésta es la razón por la cuál tantos profesionales del más alto nivel dicen que debes observar qué es lo que está sucediendo en la mesa mientras no estás involucrado en una mano. El poker puede ser un juego sencillo en el cuál ganar plata si es que puedes ganar un bote sin siquiera observar tus cartas.

No realizar las apuestas del tamaño adecuado
Éste error contempla fallas en ambos sentidos opuestos. Comúnmente los jugadores apuestan demasiado o apuestan muy poco. Hay muchas razones por las cuáles los jugadores deciden apostar. Éstas incluyen inducir a un oponente a descartarse, a que revire o a que pague. Cada vez que realizamos una apuesta tenemos un resultado deseado asociado. La apuesta correcta depende de si buscas hacer un farol o una value bet. Cuando estés faroleando, el monto debería ser el menos posible que haga que tú oponente se descarte. Cuando apuestes buscando un valor extra, el monto debería ser el máximo posible que esté dispuesto a pagar tú oponente.

Determinar estos montos depende de diversos factores. ¿Cuáles son las tendencias de juego de tus oponentes? ¿Se descartan mucho cuándo alguien apuesta? En éste caso podrás hacer una apuesta pequeña cuando decidas farolear. ¿Suelen pagar estando en un proyecto cuándo tú tienes el par más alto? Si es así deberías hacer una apuesta importante. Algunas veces buscamos hacer una apuesta para dar a nuestros oponentes la apariencia de que nuestro juego es débil. Una vez más, esto dependerá de los oponentes. ¿Cómo han reaccionado ante otras apuestas pequeñas o grandes? Si ellos consideran que una apuesta nuestra de gran valor es signo de debilidad y tenemos una mano fuerte, entonces deberíamos hacer una apuesta exagerada y viceversa si ellos consideran a una apuesta pequeña como símbolo de debilidad. Por lo tanto y otra vez, utiliza la observación cómo método para descubrir los umbrales de respuesta a las apuestas de nuestros compañeros en las mesas. Te permitirá hacer dinero cuándo tengas juego y perder menos cuándo no.

Sobre utilización de jugadas “convencionales”
Si eres un jugador de nivel intermedio a avanzado, probablemente habrás leído muchos libros y artículos sobre poker. Sabes de qué se trata la continuation bet. Sabes en qué consiste el juego squeeze. Comprendes y utilizas las apuestas para ver una carta gratis. No hay nada malo con esto tampoco, éstas jugadas fueron diseñas y discutidas ya que, a menudo, se corresponden fundamentalmente con la manera correcta de jugar. Sin embargo, cuándo comienzas a sobre utilizar éstos conceptos, se transforman en una debilidad más que en una fortaleza.

Uno de los mayores errores que veo que cometen los jugadores es abusar de la continuation bet. Apuesta antes del flop y ya puedo decirte que fulano va a apostar esa cantidad en el flop sin importar que cartas tenga. Todo el mundo sabe que 2/3 de las veces no se “acierta” el flop por lo que probablemente no les haya servido el que ha salido. Por lo tanto subo la apuesta, se descartan y sonrío astutamente mientras tomo sus fichas. O qué me dices de aquel jugador que ama el juego squeeze. Tú tienes una gran mano como par de ases o reyes y alguien ha subido la apuesta antes que ti. Al jugador de tú izquierda le encanta el juego squeeze por lo que te limitas a sólo igualar la apuesta. Seguramente él la subirá y tú acabarás ganando un gran bote porque él debía hacer justo la jugada que había leído en su nuevo libro de poker. Utiliza los conocimientos estratégicos que has aprendido pero asegúrate que comprendes cuáles son las situaciones apropiadas para aplicarlos. No funcionarán todas las veces por lo que deberás descubrir cuándo sirven, cuándo no y aplicarlos en concordancia con ello.

No ajustarse al juego short-handed
En el trascurso de una partida, los jugadores o bien se levantarán (en una mesa por dinero) o bien serán eliminados (en un torneo). Cuándo esto sucede es posible enfrentarse a sólo 6 ó 7 jugadores en tú mesa. Muchos jugadores experimentados no saben ajustarse a ésta situación. Siguen jugando cómo si hubiera 9 ó 10 jugadores en la mesa. Se descartan de manos cómo A-J en posiciones iniciales. Se descartan de un A-10 en la posición de button cuándo el jugador que ocupa dos lugares antes que ellos ha subido la apuesta.

Mientras que no siempre éstas jugadas son incorrectas, el número de manos con las cuáles deberías abrir el juego o revirar en una mesa short-handed ha de ser incrementado. Piensa en esto… estarás poniendo ciegas casi al doble del ritmo que lo hacías habitualmente. Descartarte continuamente va a costarte dinero. Entonces, ¿qué manos jugar? Mucho dependerá de cuánto tengas, de cuál sea el tamaño de las estacas de tus oponentes y de cuáles son sus tendencias de juego. Si juegas un 20% de las manos recibidas en una mesa completa, entonces deberías jugar el 20% de las manos en una mesa con seis jugadores. Esto implica expandir tú selección de manos iniciales a casi dos veces las que habrías de jugar en una mesa completa.

Desviar la culpa
Éste es el error sobre el cuál hablaba Eric. Has leído todo sobre el poker. SABES cómo jugar al poker. Cuándo pierdes es porque tuviste mala suerte y tú oponente fue un “burro afortunado”. Ésta es la manera de pensar en la que caen muchos jugadores. Comienzan a creer que son infalibles y qué la única cosa que les impide ganar es la suerte. Mientras que la suerte puede tener algún impacto en las derrotas en las cuáles incurren, la mayoría de las veces los problemas son mucho más profundos.

El poker requiere auto análisis y exámenes constantes. Si has perdido un gran bote a manos de ese “pescado”, pregúntate si hubo algo que podrías haber hecho de manera diferente. ¿Podrías haber apostado más? ¿Podrías haber evitado que viera el flop? Busca las razones por las cuáles TÚ no has podido ganar la mano en vez de desviar la culpa. Si eres capaz de hacerlo, probablemente encontrarás algunos huecos en tú juego y ganarás conocimiento sobre cómo contrarrestar a tus oponentes. Con el tiempo verás cómo te quejarás cada vez menos de la mala suerte mientras te quedas con grandes botes.

Conclusión – Aprende de tus errores
¿Cómo hacer para aprender de tus errores? Una de las cosas que les enseño a mis alumnos, y es algo que hago yo mismo desde hace ya cuatro años, es llevar un registro de todos los errores cometidos en una partida de poker. No hablo de registrar todos los errores pequeños, ningún jugador de poker tiene esa clase de tiempo. Estoy hablando de los grandes errores, de aquellos que duelen. De esos debes aprender.

Lo que a mí me resulta es tomar una tarjeta de 7,5 x 15 centímetros y anotar la siguiente información:
Diferentes pasos de una mano y resultado final.
Mis observaciones respecto a los jugadores involucrados en una mano.
Qué hice bien.
Qué hice mal.
Cómo habría de jugar la mano si tuviera la oportunidad de repetirla.

Luego de anotar ésta información, la pondré con el resto de mis “errores”. Una vez al mes, me siento y repaso todas las tarjetas. Busco aquellos errores que sigo cometiendo y busco descubrir por qué. Al refrescar constantemente mi memoria con respecto a mis errores, me encuentro mucho mejor preparado para sobrellevar una situación similar si alguna vez se presenta. Obligándote a pensar sobre éstas manos, provocará que finalmente tomes más decisiones correctas que las de tus oponentes y así es cómo te convertirás en un jugador exitoso.

Fuente: pokerworks